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Las empresas burgalesas siguen navegando con éxito en un contexto internacional sembrado por la incertidumbre. Así lo muestran los datos de comercio internacional publicados esta semana por el Ministerio, que ponen de relevancia dos cuestiones. La primera es que lejos de frenar la tendencia, las exportaciones burgalesas continúan pulverizando récords; la segunda es que la guerra arancelaria lanzada por Estados Unidos provocó un espectacular repunte de las ventas al otro lado del Atlántico en el primer trimestre del año.
En este sentido, muchos eran los ojos que estaban puestos en las consecuencias que tendrían los aranceles impuestos por la administración Trump. Entre otras cuestiones, la lógica empresarial aventuraba compras adelantadas por parte de empresas estadounidenses antes de la entrada en vigor de dichos aranceles en abril, pero lo cierto es que esas compras han resultado ser incluso más intensas de lo esperado a pesar de que ya en marzo se aventuraba una posible flexibilización que derivó días después en una moratoria de 90 días.
Así, las exportaciones desde Burgos a Estados Unidos durante el primer trimestre del año prácticamente se triplicaron hasta alcanzar los 50,2 millones de euros. Y eso a pesar de que el año comenzó relativamente plano en este sentido, con ventas por valor de 7,5 millones de euros en enero. A partir de ahí, no obstante, la administración Trump comenzó a agitar el avispero y terminó por destrozar el tablero del comercio internacional en marzo, anunciando la entrada en vigor de aranceles para el mes de abril. Fue entonces cuando las empresas burgalesas vieron cómo se disparaban las ventas a Estados Unidos, cerrando operaciones por valor de 32,5 millones en el mes de marzo, cinco veces más de lo habitual para esas fechas.
Esa circunstancia, además, ha venido de la mano de un desplome de las importaciones respecto a Estados Unidos en el mismo periodo (18 millones de euros frente a los 28,4 millones del primer trimestre de 2024), lo que ha permitido a las empresas burgalesas dar la vuelta a la balanza y cerrar el primer trimestre con un más que significativo superávit comercial con el país de las barras y estrellas (32,2 millones de euros).
En todo caso, el brutal incremento de las exportaciones a Estados Unidos tiene sin duda un carácter coyuntural y todo hace indicar que la tendencia se ha corregido, y mucho, a partir de abril. Habrá que esperar, no obstante, para conocer los datos concretos del impacto de los aranceles, máxime teniendo en cuenta la tremenda incertidumbre generada al respecto tras las idas y vueltas que parece estar dando la administración Trump, que el viernes pasado volvió a amenazar con imponer aranceles del 50% a los productos europeos en mitad del periodo de moratoria de 90 días anunciado semanas atrás.
Pero más allá de esta situación concreta, lo cierto es que el comercio exterior de Burgos está en un momento dulce. Muy dulce. Los datos son esclarecedores. En el primer trimestre, las empresas de la provincia vendieron bienes y servicios en el extranjero por valor de 1.114,48 millones de euros. Se trata de un nuevo récord histórico incluso sin tener en cuenta el impacto coyuntural de las compras adelantadas a Estados Unidos.
De hecho, excluyendo de la ecuación a Estados Unidos, el volumen de exportaciones de las empresas burgalesas alcanzó los 1.062,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 13,9% respecto al primer trimestre de 2024.
En este sentido, Burgos jamás había superado la barrera de los 1.000 millones de euros en exportaciones en el primer trimestre. Y en 2025, no sólo la ha superado, sino que lo ha hecho con holgura, aumentando su volumen total de exportaciones un 17,2% respecto al mismo periodo del año pasado.
Es el mayor crecimiento interanual de la última década, lo cual tiene incluso más mérito teniendo en cuenta que la economía provincial venía ya de marcar récords en este ámbito en los últimos tres ejercicios. Crecer a doble dígito cuando se viene de un máximo histórico se antoja siempre complicado y las empresas de Burgos lo han conseguido.
Pero las relaciones exteriores también se consolidan en la dirección contraria. Así las empresas de Burgos importaron entre enero y marzo de este año bienes y servicios por valor de 914,6 millones de euros, lo que supone también un máximo histórico, habiendo aumentado un 18% respecto al mismo periodo de 2024. Jamás en la historia se había superado la barrera de los 800 millones de euros en importaciones en un trimestre.
A LA ÚLTIMA
Con todo, la diferencia entre entradas y salidas vuelve a dejar sobre la mesa un superávit comercial de 199,8 millones de euros entre enero y marzo para las empresas de Burgos, lo que supone un avance de alrededor del 13% respecto al mismo periodo del año pasado, pero que todavía está lejos del récord registrado en el primer trimestre de 2021 (332,3 millones de superávit).
En todo caso, la economía burgalesa ya tiene plenamente consolidado su papel de exportadora neta, con más ventas que compras desde el año 2006, cuando se revertió el histórico déficit comercial que presentaba.
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