
El restaurante de Burgos que aspira a tener el mejor taco de España: «Es auténtico sabor mexicano»
Burgosconecta regresa hasta Nuevo Río para probar su plato participante en el III Campeonato Nacional
Hay quienes cruzan un océano en busca de nuevas oportunidades, y otros que lo hacen con un propósito más claro: compartir lo que llevan dentro. Martha la propietaria de Nuevo Río llegó a Burgos con una maleta llena de ingredientes, recetas y memoria culinaria. Pronto entendió que la mejor manera de echar raíces era servir en la mesa lo que mejor sabía hacer, auténtica comida mexicana. Así nació Nuevo Río, el local de la capital burgalesa que lucha por ser el rey del taco de España.
No fue necesario esperar mucho para que llegaran los reconocimientos a este restaurante mexicano. A los cuatro meses de abrir, su taco estrella, el Taconmadre, el plato participante en la II edición de 'El Mejor Taco nacional', ya estaba compitiendo en la final de dicho campeonato. Se llevaron el primer puesto de Castilla y León y el cariño de un público que desde entonces no ha dejado de pedir el mismo plato.
Pero este 2025 no se conforman con repetir la fórmula. Han regresado al concurso con una nueva creación, Ta'kearde, una propuesta «auténticamente deliciosa y con gran variedad de contrastes», así lo describen Martha y Fernando, dueños de Nuevo Río.
«Fue un antes y un después para nosotros participar en dicho evento», cuenta la mexicana. «La gente nos conoce por el taco. Hasta el día de hoy, en cada mesa se pide al menos un Taconmadre».
Ta'kearde, el nuevo reto
Crear un nuevo taco que pudiera estar a la altura del anterior no fue sencillo. Durante semanas, Martha hizo pruebas, cambió ingredientes, ajustó cocciones y buscó equilibrio. Al final, dio con la receta perfecta: cuatro tipos de carne de cerdo cocinadas a baja temperatura, cada una con su propia textura, sabor y preparación.
Lo acompañó con una emulsión de habanero y mezcal, una cama de mantequilla de aguacate y un toque final inesperado: chapulines mexicanos, crujientes, adobados con chile, limón y sal, lo que le da un toque ligeramente ahumado.

«Queríamos que el taco hablara por sí solo. Que tuviera contrastes. Que al morderlo, sintieras suavidad, crujiente, picante, acidez...», explica el propietario. Este taco, aseguran, es aún más complejo que el anterior. Aunque buscaron hacerlo más práctico a la hora de conseguir los diferentes tipos de carne, la elaboración exige tiempo y técnica: solo la costilla necesita ocho horas de cocción. Pero todo está pensado para «alcanzar un sabor profundo, redondo y, sobre todo, inolvidable», explica la pareja.
Cocina con raíces y orgullo
Martha no hace concesiones cuando se trata de autenticidad. El 80% de los ingredientes vienen directamente de México: chiles, tortillas, especias, chapulines. Solo lo que debe ser fresco, como la carne, que traen desde Asturias y desde la propia capital burgalesa. «Yo puedo hacer cualquier guiso mexicano», dice con seguridad, «pero no se trata de repetir lo tradicional, sino de ofrecer algo distinto, especial, que siga teniendo alma mexicana».
El nombre del nuevo taco también nace en familia. Durante una cena, uno de sus hijos propuso 'Ta'kearde', un juego de palabras que alude al picor suave del habanero y al estilo coloquial que tanto caracteriza a la cultura mexicana. «Nos gustó a todos de inmediato», recuerdan.

A por el primer lugar nacional
Aunque el año pasado no lograron subir al podio nacional, Fernando y Martha están convencidos de que este año tienen más experiencia, más oficio y un taco que puede estar entre los tres mejores. Saben que competir en Madrid es otra liga, con muchos más concursantes y un nivel más alto, pero no les tiembla el pulso.
«No vamos a parar hasta ganar el primer lugar en España», asegura la mexicana sin dudar. «Este taco nos ha costado mucho, pero ver cómo lo disfruta la gente de Burgos y más clientes ya es una victoria», declara Fernando.
Al final, lo que nació como un pequeño negocio familiar, hoy se ha convertido en un embajador del sabor mexicano en el corazón de Castilla. Un recordatorio de que la gastronomía no entiende de fronteras, y que cuando un taco está hecho con respeto, raíces y amor, puede cruzar cualquier frontera y conquistar cualquier paladar.
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